La esperanza se rehúsa a abandonarme.
Es la más obstinada de las compañías.
(Nora Alanís, 2022)
Hemos vivido las últimas décadas entre alertas y amenazas, intensas sequías y tormentas tropicales. La Madre Tierra vive asediada por una triple crisis planetaria², compuesta por el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad (PNUMA, 2024), cuyos efectos adversos no sólo se implican entre sí, sino que impactan cada vez con mayor frecuencia e intensidad en todas las regiones del planeta.
Ante ello, la vida en todo su conjunto se agrieta, y cada rincón, aunque oscuro a simple vista, es un canal de esperanza. La llamada triple crisis planetaria supone que ésta debe abordarse de manera transversal y que la construcción de soluciones debe ser en colectivo, con la naturaleza al centro.
Desde la comunidad internacional, y como lo pone de manifiesto el Informe “Hacer las paces con la naturaleza: un plan científico para abordar la triple emergencia del clima, la biodiversidad y la contaminación” (PNUMA, 2021), continúan uniéndose esfuerzos para potenciar la acción planetaria. En este mismo sentido, en México, tanto desde el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo Federal, así como desde los estados de la República, diversos esfuerzos se han encaminado a fortalecer los marcos normativos en materia ambiental para brindar pautas que permitan fortalecer acciones coordinadas a nivel interinstitucional e intersectorial.
Asimismo, es de reconocer la labor de diferentes pueblos, colectivos y juventudes organizadas en diferentes latitudes por la defensa de la tierra, los territorios y los bienes comunes, el trabajo desde la academia y de organizaciones de la sociedad civil. Un ejemplo de ello es el trabajo realizado por organizaciones como Política y Legislación Ambiental (POLEA)³; una organización que camina con la firme convicción de transformar al mundo a través del fortalecimiento de la política y la legislación, para con ello garantizar una vida digna para todos los seres que habitamos nuestra Madre Tierra.
Ante ello, y en el marco del Día Internacional de la Madre Tierra, ¡nombremos las heridas que amenazan la salud humana y de los ecosistemas, la seguridad alimentaria e hídrica, que erosionan los suelos y contaminan los ríos!
¡Que la emergencia no nos paralice, que la esperanza florezca, resista y nos permita articularnos para preservar nuestra casa común y transformar los sistemas!
¹ Día de la Tierra, en Diidxazá, Zapoteco del Istmo.
² UNFCCC. Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. (s.f.). What is the triple planetary crisis? Consultado el 23 de abril de 2025. Disponible en: https://unfccc.int/news/what-is-the-triple-planetary-crisis.
³ Desde 2020, POLEA ha colaborado con 17 estados para la creación y/o actualización de su legislación climática y el desarrollo de sus correspondientes reglamentos, incidiendo también en materia forestal y de economía circular. Parte de su labor a través de la implementación de procesos participativos entre 2020 y 2023 ha sido plasmada en el estudio realizado en colaboración con la Universidad de Oxford “La legislación en la agenda climática subnacional: más que un complemento nacional” (POLEA, 2025).
Referencias:
PNUMA (2021). Making peace with nature: A scientific blueprint to tackle the climate, biodiversity and pollution emergencies. Disponible en: https://www.unep.org/resources/making-peace-nature.
PNUMA (2024). We are all in this together – Annual Report 2024. Disponible en: https://wedocs.unep.org/handle/20.500.11822/47082.